viernes, 10 de abril de 2015

Luna que ilumina (Historia)

Pocas veces en la vida he sentido la necesidad de coger el bolígrafo. Una sensación de ansiedad por escribir que aumentaba al no saber las palabras que debían ir tras el primer contacto con el papel.
En alguna escasa ocasión todos los astros se han alineado para que mi cerebro se adelantase a mi mano y ésta, no fuera capaz de seguir el ritmo...
Esos son los momentos en los que necesito que cada palmo que conforma mi cuerpo, la cuarta que es mi cara y los ojos llorosos paren en seco; y miren fuera.
Es de noche y la luna no se ve, a lo peor no estoy mirando bien; porque aunque haya nubes, a pesar de que las luces de la calle estén apagadas la luna ilumina cada paso que doy pero...hoy parece que no es la noche si no mi mente la que perturba las ganas de creer, de crear.
La sala se ha teñido de un humo extraño al rededor mío. Esa masa espesa se hace tenue y me acaricia levemente.
Recorridos miles de kilómetros tras mi nacimiento, millones de amaneceres me he perdido por seguir durmiendo ¡y aún no soy capaz de dejar mi mente en blanco en un día gris!
 Y es cierto que a veces todo sale mal, o sin que salga mal simplemente es distinto y por ello lo consideras malo porque no es "tu zona de confort" pero a veces hasta es bueno salir de ella por venideras felicidades dicen algunos, a ti no te renta.
<<¡Una ducha y al tajo!>> me he repetido a mi mismo tras llevar toda la noche escribiendo y borrando.
Yendo a la oficina me siento menos solo, la luna que me había dejado se encuentra de frente con su amante sol, y es que sólo se ven dos veces al día y se contraponen en el cielo pero ya están hartos de la monotonía, pues saben que al día siguiente estarán aunque no se vean ¿y si un día se echasen en falta?
Es absurdo pero no puedo evitar sentir un escalofrío cuando de repente se ha puesto a llover, y a pesar de haber corrido para ponerme a techo, ya en el soportal de la oficina; una gota se ha colado entre mi camisa y mi espalda y ha resbalado haciéndome pensar que a lo mejor yo era como esa gota:
diferente aunque me pareciese a las demás, distinto por haber cogido un camino raro, porque a pesar de que ellas acabarán en el mismo sitio que ella; ha sido la única que lo ha disfrutado siendo quién quería ser desde que quiso ser algo, a lo mejor sin pretender iniciarlo pero como yo: lo ha disfrutado.

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