viernes, 5 de diciembre de 2014

Defendiendo la alegría, la amistad y los sueños.

A lo largo de mi vida me he topado con personas cuya única aspiración  es cortar las alas a los demás. Para mi, lo más importante es tener metas; objetivos que alcanzar.
Si bien es cierto que los hay que son difíciles pero no por ello imposibles. Nunca me reiría de un soñador porque todo el mundo alguna vez 'tuvo un sueño'. Puede ser como el de Luther King, como el de Marx o como el de Hitler. Todos ellos tuvieron sueños y lucharon por conseguirlos, unos son despreciables como el de Hitler, pero hay que tener valor para decir 'esto es lo que quiero'.
Me parece muy triste las personas que sólo se sienten realizadas cuando utilizan el término 'soñador' como algo negativo.
Tengo millones de ilusiones y no voy a dejar que me digan que es imposible.
En este mundo sólo han dejado huella quienes no seguían el rebaño, los que veían más allá, los que pensaban que la vida no era nada si no tienes un motivo para seguir viviendo...Un motivo que te llene y no creo que a nadie le llene el hecho de ver pisoteado a alguien.
La amistad la usáis tan a la ligera como a quién le aplicáis el término.
Llamáis 'amigo' a quién cambiáis como si fuese un cromo...
Hoy me he dado cuenta de muchas cosas...
Mi vida tiene sentido porque cada día me planteo retos porque me encanta que cada vez que tengo todas las respuestas cambien las preguntas y porque mi meta es la alegría. Luchemos por ella y por sonreír, porque las personas fallan y porque si das oportunidades y te demuestran lo mismo una y otra vez, es mejor seguir adelante sin llevar ese peso a la espalda.
Ahora quiero respirar hondo y seguir. Seguir con mis sueños, con mis metas, con las personas que quiero y defendiendo la alegría como escribía El Sucio.