viernes, 22 de noviembre de 2013

Hoy me apetecía una de esas historias que escribí hace tiempo

Me levanté de la cama como otro día cualquiera, pero sentí que no era igual, tras ponerme mis gafas, seguía sin ver con claridad, la nitidez de las imágenes era casi nula, sólo veía manchas de colores. He de confesar que en un primer momento me asusté, pero después recapacité y dije: "será una legaña".
Fui hacia el baño y me lavé la cara, pero seguía sin distinguir formas, y esa mancha negra en todo lo que veía.
Corrí a despertar a mi padre, él, es más hipocondríaco que yo, y me llevó a urgencias. Allí, un médico, sin hacerme la más mínima exploración, sólo al verme el ojo un poco hinchado, lloroso e irritado estableció su diagnóstico: conjuntivitis.
Ojalá fuese eso, ¿pero qué iba a hacer él? No tiene ni diez minutos para atender a cada paciente, y era de manual, nada apuntaba a que pudiese ser algo..."grave". Recuerdo que le pregunté que por qué veía la mancha negra, tras eso su respuesta fue breve: "es que ya te imaginas cosas, mujer." Mi padre le creyó, y yo...también, es doctor, sabe lo que dice.
Hice los baños con manzanilla, le echaba suero, hice todo todo lo que me dijo, pero no mejoraba, incluso iba a peor, la mancha era más grande y distinguía peor los colores....volví al médico, esta vez al de cabecera, su única respuesta fue que no tenía tiempo, que si ya me habían dado un diagnóstico que cumpliera el período de tratamiento.
Pero llegó el día, el fatídico día, yo estaba sentada en mi habitación escuchando música y estornudé fuertemente; cuando abrí los ojos no veía nada, todo era luz, como cuando cierras los ojos y ves lucecitas de colores. Salí de mi habitación llorando a buscar a mi madre, ella llamó a una ambulancia. En el hospital empezaron a hacerme pruebas y pruebas hasta encontrar lo que tenía. Tras scaners, tags, y muchas más pruebas lo vieron claro, una doctora de la cuál no recuerdo el nombre sacó a mi madre de la habitación y le dijo: su hija tiene desprendimiento de córnea y tensión ocular, todo esto derivado de un desprendimiento vítreo, que no acarrearía ningún problema si fuese tratado a tiempo.
Ya han pasado tres años, muchas operaciones y estoy comenzando a ver pero en aquél momento se me caía el mundo encima, hice llamar al médico que me atendió la primera vez y le dije: "Gracias."
Mi madre no lo entendía. Yo aún tampoco entiendo por qué se las di, pero creo que algo de la valentía que tengo hoy en día fue gracias a aquel error. 

Xalala<3

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